sábado, 23 de febrero de 2013

Mensaje para la Cuaresma del Ministro General OFM


Hemos iniciado la Cuaresma, itinerario hacia Cristo, nuestra Pascua. Con el corazón vuelto hacia el Señor, queremos caminar con toda la Comunidad Cristiana, acercando este mundo al Reino de Dios, movidos por la fe, la esperanza y la caridad. El Papa Benedicto XVI, en su Mensaje, nos invita este año a unir la fe y la caridad en la única esperanza de esta cuaresma de 2013: “creer en la caridad suscita la caridad”.
Os ofrecemos unas sencillas fichas, para avivar el “espíritu de oración y devoción”, que parten de la lectura orante de los evangelios dominicales de este ciclo C, escuchan la voz del menaje del Papa Benedicto, rezan con S. Francisco de Asís y oran con la liturgia de la cuaresma.
Este material puede descargarse desde el enlace que aparece al final de este saludo. y volverá a ofrecerse cada domingo de cuaresma en esta página web.
La celebración de la Cuaresma, en el marco del “año de la fe”, nos ofrece una nueva ocasión para meditar sobre la relación entre fe y caridad: entre creer en Dios, el Dios de Jesucristo, y el amor, que es fruto de la acción del Espíritu Santo y nos guía por un camino de entrega a Dios y a los demás, en la dinámica de la “nueva evangelización”.
Animo a todos a vivir esta cuaresma como peregrinación espiritual al encuentro de Dios, como San Francisco, maestro en la búsqueda de la fe y en la práctica de la caridad, para ser cada día “portadores del don del Evangelio”, en camino hacia la Pascua.

Con mi bendición

Fr. José Rodríguez Carballo ofm
Ministro General

domingo, 10 de febrero de 2013

Miercoles 13:Comienza la Cuaresma



El próximo miercoles día 13 comienza el tiempo de Cuaresma, un tiempo para la conversión del corazón.En las misas de diho día se impondrá la ceniza. Es día de ayuno y abstinencia, la Iglesia nos dice:

El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los dieciocho hasta los cincuenta y nueve años de edad.
Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.
El ayuno y la abstinencia se pueden cambiar por otro sacrificio, dependiendo de lo que dicten las Conferencias Episcopales de cada país, pues ellas son las que tienen autoridad para determinar las diversas formas de penitencia cristiana. 

Tambien es un tiempo para meditar las palabras del Santo Padre en su mensaje Cuaresmal al que podeis acceder en la columna lateral. El mensaje de este año muestra cuatro puntos de referencia:
  1. «La fe como respuesta al amor de Dios».
  2.  «La caridad como vida en la fe». 
  3.  «El lazo indisoluble ente fe y caridad».
  4.  «Prioridad de la fe, primado de la caridad».
 En el primer punto, «La fe como respuesta al amor de Dios», Benedicto XVI reitera, como ya destacaba en su primera Encíclica ‘Deus caritas est’, que «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva... Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4, 10), ahora el amor ya no es sólo un « mandamiento », sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro».

En el segundo punto se manifiesta como  «con la fe se entra en la amistad con el Señor» y que «con la caridad se vive y se cultiva esta amistad».

 En el tercer punto, «El lazo indisoluble ente fe y caridad», Benedicto XVI advierte que «para una vida espiritual sana es necesario rehuir tanto el fideísmo como el activismo moralista», y luego señala que «la existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de éste, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios».

 En el cuarto punto de su mensaje cuaresmal, «Prioridad de la fe, primado de la caridad». Y tras referirse al bautismo – sacramento de la fe - y la Eucaristía – sacramento de la caridad – el Santo Padre subraya que «la fe precede a la caridad, pero se revela genuina sólo si culmina en ella».

Que nuestro Padre San Francisco, nos ayude a vivir este tiempo con el desprendimiento, la humildad y el amor con el que él vivio.