sábado, 27 de octubre de 2018

Tiempo Ordinario: Domingo 30 Ciclo B

PRIMERA LECTURA  

Lectura del libro de Jeremías 31, 7-9

Así dice el Señor:
«Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos:
proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. 
Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.
Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna.
Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos: los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.
Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 3)

R. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R. 
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R. 
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R. 
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla:
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R. 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1-6

Hermanos:
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para presentar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.
A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
Palabra de Dios.

EVANGELIO

2 cruzLectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46-52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
—«Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
—«Hijo de David, ten compasión de mí».
Jesús se detuvo y dijo:
—«Llamadlo».
Llamaron al ciego, diciéndole:
—«Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
—«¿Qué quieres que haga por ti?».
El ciego le contestó:
—«Maestro, que pueda ver».
Jesús le dijo:
—«Anda, tu fe te ha curado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.

lunes, 22 de octubre de 2018

En la festividad de San Juan Pablo II


"El Rosario es mi oración preferida. Oración maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta oración repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María escuchó de boca del ángel y de su prima Isabel. A estas palabras se asocia toda la Iglesia.

Se puede decir que el Rosario es, en cierto modo, una oración-comentario del último capítulo de la Constitución "Lumen Gentium" del Vaticano II, capítulo que trata de la admirable presencia de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Sobre el fondo de las palabras "Dios te salve, María", pasan ante los ojos del que las reza los principales episodios de la vida de Cristo, con sus misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, que nos hacen entrar en comunión con Cristo, podríamos decir, a través del corazón de su Madre.

Nuestro corazón puede encerrar en estas decenas del Rosario todos los hechos que componen la vida de cada individuo, de cada familia, de cada nación, de la Iglesia y de la humanidad: los acontecimientos personales y los del prójimo y, de modo particular, de los que más queremos. Así, la sencilla oración del Rosario late al ritmo de la vida humana".

S.S. Juan Pablo II

sábado, 20 de octubre de 2018

Tiempo Ordinario Domingo 29 -Ciclo B-DOMUND


PRIMERA LECTURA   

Lectura del libro de Isaías 53, 10-11

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,
y entregar su vida como expiación:
verá su descendencia, prolongará sus años,
lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios. 

Salmo responsorial: Salmo 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 (R.: 22)

R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16

Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.
Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios. 

EVANGELIO

2 cruzLectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35-45

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
—«Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir».
Les preguntó:
—«¿Qué queréis que haga por vosotros?».
Contestaron:
—«Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda».
Jesús replico:
—«No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?».
Contestaron:
—«Lo somos».
Jesús les dijo:
—«El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
—«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos».

Palabra del Señor.

sábado, 13 de octubre de 2018

Tiempo Ordinario: Domingo 28 - Ciclo B

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 PRIMERA LECTURA   

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-11

Supliqué, y se me concedió la prudencia;
invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos,
y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.
No le equiparé la piedra más preciosa,
porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena,
y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.
La quise más que la salud y la belleza,
y me propuse tenerla por luz,
porque su resplandor no tiene ocaso.
Con ella me vieron todos los bienes juntos,
en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 89, 12-13.14-15. 16-17 (R.: 14)
R. Sácianos de tu misericordia, Señor. Y toda nuestra vida será alegría.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R. 
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R. 
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prosperas la obras de nuestras manos. R.  

SEGUNDA LECTURA

La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13
La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón.
No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
Palabra de Dios. 

EVANGELIO

2 cruzLectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17-30

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
—«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».
Jesús le contestó:
—«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replico:
—«Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño».
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo:
—«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme».
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
—«¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!».
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió:
—«Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».
Ellos se espantaron y comentaban:
—«Entonces, ¿quién puede salvarse?».
Jesús se les quedo mirando y les dijo:
—«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».
Pedro se puso a decirle:
—«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo:
«Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones—, y en la edad futura, vida eterna».
Palabra del Señor.

sábado, 6 de octubre de 2018

Tiempo Ordinario: XXVII Domingo- Ciclo B

PRIMERA LECTURA  

Lectura del libro del Génesis 2, 18-24

El Señor Dios se dijo:
—«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude».
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera.
Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne.
Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presento al hombre.
El hombre dijo:
—«¡Ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne».
Palabra de Dios. 

Salmo responsorial: Salmo 127, 1-2. 3. 4-5. 6 (R.: cf. 5)

R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida. 
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R. 
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R. 
Ésta es la bendición del hombre,
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R. 
Que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel! R.  

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos 2, 9-11

Hermanos:
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte.
Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos.
Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación.
El santificador y los santificados proceden todos del mismo.
Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos.
Palabra de Dios. 

EVANGELIO

2 cruzLectura del santo evangelio según san Marcos 10, 2-16

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba:
—«¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?».
Él les replicó:
—«¿Qué os ha mandado Moisés?».
Contestaron:
—«Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio».
Jesús les dijo:
—«Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
—«Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio».
Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
—«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.