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domingo, 29 de marzo de 2015
sábado, 28 de marzo de 2015
Domingo de Ramos: Lecturas de la Pasión del Señor
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (50,4-7):
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
Palabra de Dios
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza: «Acudió al Señor,
que lo ponga a salvo;
que lo libre, si tanto lo quiere.» R/.
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos. R/.
Se reparten mi ropa,
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel. R/.
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Al verme, se burlan de mí, hacen visajes,
menean la cabeza: «Acudió al Señor,
que lo ponga a salvo;
que lo libre, si tanto lo quiere.» R/.
Me acorrala una jauría de mastines,
me cerca una banda de malhechores;
me taladran las manos y los pies,
puedo contar mis huesos. R/.
Se reparten mi ropa,
echan a suertes mi túnica.
Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R/.
Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alabadlo;
linaje de Jacob, glorificadlo;
temedlo, linaje de Israel. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios
Evangelio
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):
C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Él respondió:
+ «Tú lo dices.»
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
C. Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, está llamando a Elías.»
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
C. Él respondió:
+ «Tú lo dices.»
C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
C. Ellos gritaron de nuevo:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
C. Ellos gritaron más fuerte:
S. «¡Crucifícalo!»
C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
+ «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
C. Que significa:
+ «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S. «Mira, está llamando a Elías.»
C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
Etiquetas:
Domingo de Ramos,
Lectura Dominical,
semana santa
Horarios Semana Santa Parroquia de Jesús Maestro
DÍA 29 DE MARZO – DOMINGO DE RAMOS:
11´00 h. BENDICIÓN DE LOS RAMOS Y PROCESIÓN A LA PARROQUIA DONDE SE CELEBRARÁ LA EUCARISTÍA. (Plaza C/Alfonso Solans-antiguo solar de Pikolín)
DÍA 31 DE MARZO- MARTES SANTO:
20´00 h. EUCARISTÍA CON LA PARTICIPACIÓN DE LA COFRADÍA DE LA CRUCIFIXIÓN DEL SEÑOR Y DE SAN FRANCISCO DE ASÍS.
20´30 h. VIA CRUCIS PÚBLICO POR EL BARRIO JESÚS Y FINALIZANDO EN LA PLAZA DEL PILAR
DÍA 1 DE ABRIL - MIÉRCOLES SANTO:
20´00 h. CELEBRACIÓN COMUNITARIA DEL PERDÓN.
DÍA 2 DE ABRIL – JUEVES SANTO:
DÍA DEL AMOR FRATERNO
18´00 h. CELEBRACIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR.
22´00 h. HORA SANTA.
DÍA 3 DE ABRIL – VIERNES SANTO:
9´00 h. LAUDES
10´00 h. VIA CRUCIS DENTRO DE LA IGLESIA.
17´00 h. CELEBRACIÓN DE LA MUERTE DEL SEÑOR.
DÍA 4 DE ABRIL – SÁBADO SANTO:
9´00 h. LAUDES ANTE LA CRUZ.
22´30 h. SOLEMNE VIGILIA PASCUAL
DÍA 5 DE ABRIL – DOMINGO DE PASCUA:
EUCARISTÍAS: 9´00 h., 12´30 h. y 19´00 h.
TAMBORADA – DESPUÉS DE LA MISA DE 12´30 h. PARA ANUNCIAR NUESTRO JÚBILO
POR LA RESURRECCIÓN DE JESÚS.
NO OLVIDES QUE LA VIGILIA PASCUAL ES AL GRAN CITA DE LOS CRISTIANOS CON JESÚS RESUCITAD. NO FALTES A ESA CITA.
Etiquetas:
Avisos parroquiales,
semana santa
viernes, 27 de marzo de 2015
Viernes de Dolores
1
|
Stabat
Mater dolorosa
|
Estaba
la Madre dolorosa
|
-
|
juxta
crucem lacrimosa,
|
junto
a la Cruz llorosa
|
-
|
dum
pendebat filius.
|
en
que pendía su Hijo.
|
-
|
Cuyus
animam gementem
|
Su
alma gimiente,
|
-
|
contristantem
et dolentem
|
contristada
y doliente
|
-
|
pertransivit
gladius
|
atravesó
la espada.
|
2
|
O
quam tristis et afflicta
|
¡Oh,
cuán triste y afligida
|
-
|
fuit
illa benedicta
|
estuvo
aquella bendita
|
-
|
Mater
unigeniti.
|
Madre
del Unigénito.
|
-
|
Quae
moerebat et dolebat.
|
Languidecía
y se dolía
|
-
|
Pia
Mater, cum videbat
|
la
piadosa Madre que veía
|
-
|
Nati
poenas incliti
|
las
penas de su excelso Hijo.
|
3
|
Quis
est homo qui non fleret,
|
¿Qué
hombre no lloraría
|
-
|
Matrem
Christi si videret
|
si a
la Madre de Cristo viera
|
-
|
In
tanto supplicio?
|
en
tanto suplicio?
|
-
|
Quis
non posset contristari,
|
¿Quién
no se entristecería
|
-
|
Piam
matrem contemplari
|
a la
Madre contemplando
|
-
|
Dolentem
cum filio?
|
a su
doliente Hijo?
|
4
|
Pro
peccatis suae gentis
|
Por
los pecados de su gente
|
-
|
vidit
Jesum in tormentis
|
vio a
Jesús en los tormentos
|
-
|
Et
flagellis subditum.
|
y
doblegado por los azotes.
|
-
|
Vidit
suum dulcem natum
|
Vio a
su dulce Hijo
|
-
|
Morientem
desolatum
|
muriendo
desolado
|
-
|
Dum
emisit spiritum.
|
al
entregar su Espíritu.
|
5
|
Eia
mater, fons amoris,
|
Ea,
Madre, fuente de amor,
|
-
|
Me
sentire vim doloris
|
házme
sentir tu dolor,
|
-
|
Fac,
ut tecum lugeam.
|
contigo
quiero llorar.
|
-
|
Fac
ut ardeat cor meum
|
Haz
que mi corazón arda
|
-
|
In
amando Christum Deum,
|
en el
amor de mi Dios
|
-
|
Ut
sibi complaceam.
|
y en
cumplir su voluntad.
|
6
|
Sancta
mater, istud agas,
|
Santa
Madre, yo te ruego
|
-
|
Crucifixi
fige plagas
|
que
me traspases las llagas
|
-
|
Cordi
meo valide.
|
del
Crucificado en el corazón.
|
-
|
Tui
nati vulnerati
|
De tu
Hijo malherido
|
-
|
Iam
dignati pro me pati,
|
que
por mí tanto sufrió
|
-
|
Poenas
mecum divide!
|
reparte
conmigo las penas
|
7
|
Fac
me vere tecum flere,
|
Déjame
llorar contigo
|
-
|
Crucifixo
condolere,
|
condolerme
por tu Hijo
|
-
|
Donec
ego vixero.
|
mientras
yo esté vivo.
|
-
|
Juxta
crucem tecum stare
|
Junto
a la Cruz contigo estar
|
-
|
et me
tibi sociare
|
y
contigo asociarme
|
-
|
In
planctu desidero.
|
en el
lanto es mi deseo.
|
8
|
Virgo
virginum praeclara,
|
Virgen
de Vírgenes preclara
|
-
|
Mihi
iam non sis amara,
|
no te
amargues ya conmigo
|
-
|
Fac
me tecum plangere.
|
déjame
llorar contigo.
|
-
|
Fac
ut portem Christi mortem,
|
Haz
que llore la muerte de Cristo
|
-
|
Passionis
fac sortem
|
házme
socio de su Pasión,
|
-
|
Et
plagas recolere.
|
haz
que me quede con sus llagas.
|
9
|
Fac
me plagis vulnerari,
|
Haz
que me hieran sus llagas
|
-
|
fac
me cruce inebriari
|
haz
que con la Cruz me embriague
|
-
|
et
cruore Filii.,
|
y con
la Sangre de tu Hijo.
|
-
|
Flammis
ne urar succensus
|
Para
que no me queme en las llamas
|
-
|
Per
te virgo, sim defensus
|
defiéndeme
tú, Virgen santa,
|
-
|
In
die judicii.
|
en el
día del juicio.
|
10
|
Christe,
cum sit hinc exire,
|
Cuando,
Cristo, haya de irme,
|
-
|
da
per matrem me venire
|
concédeme
que tu Madre me guíe
|
-
|
ad
palmam victoriae
|
a la
palma de la victoria.
|
-
|
Quando
corpus morietur
|
Y
cuando mi cuerpo muera,
|
-
|
Fac
ut animae donetur
|
haz
que a mi alma se conceda
|
-
|
Paradisi
gloria.
|
del
Paraíso la gloria.
|
-
|
Amen.
|
Amén.
|
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