Durante los pasados días 26 y 27 de febrero, el Arzobispo de Zaragoza D. Carlos Manuel Escribano Subías, realizó la visita pastoral a nuestra parroquia. Y ¿Qué es una visita pastoral? Podría preguntarse cualquier parroquiano que no esté muy ducho en el manejo de la terminología eclesial. El objetivo de la Visita a las parroquias es el encuentro del obispo con sus fieles, es decir, con sus presbíteros y diáconos, religiosas y religiosos y laicos. En tres objetivos podría resumirse el objetivo de estas visitas:
•Cercanía del Arzobispo y del Colegio Episcopal con el presbiterio y agentes de pastoral, que sirven en las comunidades parroquiales.
•Revitalizar la conversión pastoral que las comunidades están llamadas a vivir para ser fieles a su vocación misionera.
•Conocimiento cercano de las iniciativas y los grandes retos la pastoral de la parroquia.
Durante el primer día de su visita, D. Carlos se reunió con el Equipo de Caritas Parroquial y visitó la Casa de Acogida que las Hermanas de la Caridad de Santa Ana tienen en nuestro barrio. Las Hermanas están implicadas en la pastoral de la salud de nuestra parroquia.
Durante la jornada del 27, D. Carlos visitó el Colegio la Purísima y San Antonio y tuvo un encuentro con el equipo directivo. Posteriormente se reunió con la Fraternidad Franciscana.
Comenzada la tarde, se reunió con la fraternidad de la Orden Franciscana Seglar y con el equipo encargado de la pastoral de la salud. D. Carlos tuvo la oportunidad de conocer de primera mano sus anhelos e inquietudes.
Previamente a la Eucaristía, la reunión fue con los catequistas de la parroquia a los que escuchó con gran afecto y animó a seguir adelante perseverando en la oración.
El culmen de la intensa visita fue la Eucarística que concelebró con nuestro párroco y los hermanos de la Fraternidad Franciscana del Convento de Santa María de Jesús que da servicio a nuestra parroquia. 
Concluyó la Visita Pastoral con un encuentro con los responsables/catequistas de las Comunidades Neocatecumenales que residen en nuestra parroquia.
Desde lo más profundo de nuestro corazón, damos las gracias a D. Carlos por el afecto que nos ha demostrado y el impulso que ha supuesto su visita para nuestra misión. Gracias D. Carlos, que sepa que contará siempre con nuestro cariño y oración y pedimos al Padre “Mira con bondad a tu hijo Carlos, a quien constituiste pastor de la Diócesis de Zaragoza y sostenlo con tu amor, para que, con su palabra y con su ejemplo, conduzca al pueblo que le has confiado y llegue juntamente con él a la vida eterna, Por Jesucristo nuestro Señor”.
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