domingo, 13 de septiembre de 2020

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A

 



Lecturas XXVI Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A 
27 de septiembre de 2020

 

  PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Ezequiel 18, 25-28


                                      



Así dice el Señor:

«Comentáis: "No es justo el proceder del Señor".

Escuchad, casa de Israel: ¿es injusto mi proceder?, ¿o no es vuestro proceder el que es injusto?

Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió.

Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 24

R. Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando. R.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 1-11

Hermanos:

Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.

No obréis por envidia ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.

Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús.

El, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;

al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»,

de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el Cielo, en la Tierra, en el Abismo

y toda lengua proclame:
«¡Jesucristo es Señor!».
para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

cruzLectura del santo evangelio según san Mateo 21, 28-32


                                           Lectio Divina del Domingo XXVI (Mt 21,28-32) | Biblia y Comunicación

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

—«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña". Él le contestó: "No quiero". Pero después recapacitó y fue.

Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor". Pero no fue.

¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?».

Contestaron:

—«El primero».

Jesús les dijo:

—«Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis».

Palabra del Señor. 

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