Me
vais a permitir que utilizando este medio pueda saludaros a todos y cada uno de
vosotros. Llevo apenas un mes con vosotros y no he podido hacerlo
personalmente.
Os
pido un poco de paciencia para poder ir, poco a poco, aterrizando, adaptándome a
la nueva realidad e ir también conociéndoos.
Tengo
que deciros que estoy contento y que vengo a estar a vuestra disposición y
poder serviros cada día perdiendo la vida por vosotros, al estilo del BuenPastor.
De
todo es conocido la situación que nos toca vivir, no es fácil ser cristiano
hoy, no lo ha sido nunca, hoy no está de moda el ser cristiano y menos testigo
de Jesucristo.
La
secularización avanza de forma galopante, hoy muchos bautizados desconocen al
Señor, a nosotros nos toca vivir con gozo la alegría y la belleza de nuestrafe, para poder comunicarla llenos de gozo y gratitud.
Con
Francisco de Asís poder gritar en medio de nuestras gentes: “Que el amor no es
amado” para que el mundo pueda descubrir que en Cristo esta la plenitud de todo
lo que busca el hombre para ser feliz.
Que
en medio de la vida tan ajetreada que llevamos, Él es descanso, refugio y
consuelo.
Tenemos
ante nosotros el reto de la Nueva Evangelización, dar a conocer a Cristo a los hombres y mujeres de hoy; como
decía el Papa, el Beato Juan Pablo II: “Con nuevo ardor, nuevos métodos y con
nuevo lenguaje”,
La
Parroquia de Jesús Maestro va a comenzar una nueva etapa de misión, como son
las catequesis de jóvenes y adultos que comienzan el próximo lunes y
continuaran los lunes y jueves.
Todos
estamos implicados de alguna manera, poder escuchar al Señor que nos invita a
seguirlo y a formar parte del grupo de sus amigos es decir de su Iglesia.
También,
por este motivo, unos hermanos os visitaran a vuestras casas para anunciaros
esto mismo, espero que los acojáis con cariño, pues recibiéndoles estáis
recibiendo al mismo Cristo que viene a deciros de nuevo que nos ama y que
cuenta con nosotros.
Que
Santa María del Pilar nos ayude y acompañe a conocer más a su Hijo Jesucristo
para poder amarlo y comunicarlo cada día.
Solo
desearos lo mejor a todos y que el Señor nos bendiga y nos guarde.
Recibid
un abrazo fraterno.
Fr. J. Jordi Escrivá, ofm.
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