lunes, 23 de diciembre de 2024

Felicitación de Navidad 2024 - Fr. Miguel Angel Lavilla





          “Un niño nos ha nacido” ¡Qué llene de alegría nuestros corazones!

      A todos vosotros, hermanos, os deseo una Feliz Navidad y un venturoso Año Nuevo. Mi felicitación va acompañada del Cántico del hermano Sol, canción-oración compuesta por San Francisco de Asís, cuyo Octavo centenario celebraremos el próximo año.

         En el Cántico del hermano Sol no encontraremos ninguna referencia a la Navidad, al misterio de la encarnación y nacimiento del Hijo de Dios. Y sin embargo, se halla en el trasfondo: la fraternidad entre todas las criaturas, sólo es posible porque Jesús ha redimido y restaurado el mundo creado por Dios. Dios Padre, por su inmenso amor para con nosotros, ha enviado a su Hijo para que reconcilie consigo todas las cosas, para que el hombre recupere su imagen original, para instaurar un cielo y una tierra nueva, donde todas las criaturas sean hermanas de manera plena y definitiva.

        Podemos llamar hermano, hermana, a nuestros semejantes, porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre, se ha hecho uno de los nuestros, y por su sangre nos ha constituido en hijos de un mismo Padre, por pura gracia; ya no sólo somos criaturas de Dios y una imagen suya empañada por el pecado, sino hijos, imagen del Hijo amado, y por tanto hermanos.

       Podemos llamar hermanos y hermanas a todas criaturas del universo, pues por medio de Cristo, nacido de una mujer, todo lo creado es reconciliado con su Creador y, por tanto, todo vuelve a la armonía, a su bondad y belleza original: a la fraternidad universal; aunque todo esto, como sabemos por experiencia propia, está en ciernes y no ha llegado a su plenitud, a lo que un día será.

     De ahí que Francisco no sólo nos urge a alabar, bendecir y dar gracias a Dios por su gran bondad y amor para con nosotros, sino también a servirle con gran humildad: en otras palabras, nos convoca a colaborar con Dios en nuestro mundo de hoy, para que la obra que inicio el día de Navidad, con el nacimiento de un niño menesteroso, llegue a su plena realización. Gran misterio este, que fiamos a la fe, a la esperanza y a la gracia.

Fray Miguel Ángel Lavilla Martín

Vuestro párroco


 

Cántico del hermano Sol

Altísimo, omnipotente, buen Señor,

tuyas son las alaban­zas, la gloria y el honor

y toda bendición.

A ti solo, Altísimo, te corresponden

y ningún hombre es digno de pronunciar tu nombre.

Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,

especialmente el señor hermano sol,

él es el día y por él nos alumbras;

y es bello y radiante con gran esplendor:

de ti, Altísimo, lleva significación.

Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas:

en el cielo las has formado claras y preciosas y bellas.

Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,

y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,

por el cual a tus criaturas das sustento.

Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,

que es muy útil y humilde y preciosa y casta.

Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,

por el cual alumbras la noche:

y es bello y alegre y robusto y fuerte.

Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,

que nos sustenta y gobierna

y produce distintos frutos con flores de colores y hierbas.

Loado seas, mi Señor, por los que perdonan por tu amor,

y soportan la enfermedad y la tribulación.

Dichosos aquellos que las soportarán en paz,

pues por ti, Altísimo, coronados serán.

Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal

de la cual ningún hombre vivo puede escapar.

¡Ay de aquellos que morirán en pecado mortal!;

dichosos los que encontrará en tu santísima voluntad,

pues la muerte segunda no les hará mal.

Load y bendecid a mi Señor, y dadle gracias

y servidle con gran humildad.

 

     

                                                Fotos del Solsticio de Invierno                                                                               
 


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