Regreso del hijo pródigo de Rembrandt
"Loado seas, mi Señor, por los que perdonan por tu amor,
y soportan la enfermedad y la tribulación. // Dichosos aquellos que las
soportarán en paz, pues por ti, Altísimo, coronados serán." (Cántico de
las criaturas, San Francisco de Asís).
Paz y bien a todos.
Iniciamos la cuaresma con el rito de la imposición de la
ceniza. Un tiempo de gracia que Dios nos regala, para la conversión, para
volver a Él y acoger su amor y perdón. Es el tiempo para recorrer el camino que
nos conduce a la Pascua, a la victoria de Cristo sobre la muerte, después de
pasar por la pasión ("enfermedad") y la muerte.
Sólo el amor de Dios, su misericordia para con
nosotros, nos permite perdonar a los que nos hacen daño. Y así gozar de la
felicidad de Cristo.
Sólo desde la aceptación, en paz, de la limitaciones físicas
y espirituales, es decir cuando las vivimos desde la confianza en Dios y desde
sus entrañas maternales, podemos triunfar con Cristo y resucitar con Él.
Aprovechemos la oportunidad que se nos regala y
recorramos, liberados de todo impedimento y con viva esperanza, el camino
cuaresmal, para llegar a la meta de la Pascua, razón de nuestro existir.
Fructífera cuaresma para todos.