domingo, 21 de diciembre de 2025

Felicitación de Navidad 2025 - Fr. Miguel Ángel Lavilla

 



Paz y Bien a todos los que leáis estas letras. Ante el insoldable Misterio del desbordante amor de Dios para con nosotros, que nos entrega a su propio Hijo, hecho niño, para hacernos hijos suyos. Sólo cabe el estupor, la admiración, el agradecimiento y la alabanza a Dios Padre, que desembocan en el servicio a los demás, especialmente a los más débiles y necesitados. Precisamente por ello, este tiempo de Navidad, muchas personas deberían ocupar nuestro pensamiento, nuestro corazón y nuestra acción.

Entre tantas de estas personas, este año, os invito a que tengáis muy presentes a todas aquellas que este tiempo navideño les resulta doloroso, triste, o incluso agobiante, hasta el punto de que llegan a desear que pase rápido, cuanto antes. Por diferentes motivos: la pérdida o ausencia de algún ser querido, la soledad, la enfermedad o la insatisfacción por no alcanzar: ya sea la paz interior, el entendimiento y la comunión familiar, el éxito; ya sean otras metas o deseos tanto en el ámbito personal, social o profesional.

A veces la mirada idealizada del pasado, de la infancia, reforzada con una comprensión distorsionada de la Navidad y de su significado, genera desasosiego y frustración. Un complejo de causas interviene en esa vivencia mudada de la Navidad, no es la ocasión para entrar en su análisis.

Sería bueno que revisáramos nuestra imagen y experiencia de la Navidad, sí se ajusta a su genuino sentido: la celebración de la encarnación y nacimiento del Hijo de Dios, nuestro Salvador. Y a la vez, que acompañásemos a las personas que les resulta amarga la Navidad, con nuestra oración y presencia, si acceden a ello. Los cristianos somos pregoneros de este Niño, Príncipe de la paz, que nace por y para nosotros; para que, con nuestra mirada, gestos, palabras y acciones, transmitamos su paz, esperanza y alegría: ya nadie está solo. Dios está con nosotros y camina a nuestro lado, llevándonos de la mano, aunque no lo veamos o nos cueste reconocerlo más de una vez.

¡Feliz y santa Navidad! Y un Año Nuevo repleto de bendiciones, especialmente de aquellas que más necesitamos o anhelamos.

Vuestro párroco,

Fray Miguel Ángel Lavilla


 Belén montañero - Muniesa(Teruel)



 Belen de Ibercaja

Belen Familia Gil Orte

 Niño Jesús del Belén de la Plaza del Pilar



 



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