sábado, 20 de noviembre de 2021

Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo - Ciclo B - 21 de noviembre de 2021.

 





                           "Mi reino no es de este mundo"

 

PRIMERA LECTURA 

 

Lectura de la profecía de Daniel 7, 13-14




Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.

Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Palabra de Dios. 

Salmo responsorial: Salmo 92, 1ab. 1c-2. 5 

R. El Señor reina, vestido de majestad.

El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R.

Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.

Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R. 

SEGUNDA LECTURA

Lectura del libro del Apocalipsis 1, 5-8




Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra.

Aquel que nos amó, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre.

A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén.

Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso».

Palabra de Dios.

EVANGELIO

cruzLectura del santo evangelio según san Juan 18, 33b-37




En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús:

—«¿Eres tú el rey de los judíos?».

Jesús le contestó:

—«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».

Pilato replicó:

—«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».

Jesús le contestó:

—«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».

Pilato le dijo:

—«Conque, ¿tú eres rey?».

Jesús le contestó:

—«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

1.– La bella profecía de Daniel (1ª Lectura). Daniel tiene un sueño-visión. Y aparece el océano, como elemento hostil. Y del océano brotan las fieras, que entran en la tierra firme de la historia. Una fiera va eliminando a otra y cada vez peor. Esas fieras ya son conocidas por nosotros: el imperio de Nabucodonosor, los medos, los persas, Alejandro Magno… Y así la historia va pasando bajo el dominio de lo bestial, lo feroz, lo brutal. Si sigue así, la historia no tiene remedio. Entonces, el mismo Dios, como un anciano venerable, se sienta solemnemente con unos libros en las manos. Hay que buscar una solución. Y la solución no está en una quinta fiera. Y sigue la visión. Aparece “una figura humana” que viene de la carroza celeste. En un principio a esa figura se le da una interpretación colectiva: “la comunidad de los santos del Altísimo, el Pueblo consagrado a Dios”. Pero va pasando el tiempo y la profecía no funciona. Es entonces cuando se le da una interpretación individual, esa figura es la cabeza de ese pueblo, es decir, EL MESIAS.

2.– Con Jesús, el Mesías, la profecía llega a plenitud. Es Jesús el que va a dar a la humanidad “un rostro humano”.  Jesús va a ser “rey” pero no de este mundo salvaje y bestial. Él nos va a decir que “todos somos hijos de Dios” y que, por lo tanto, somos hermanos. Con Jesús se debe acabar con la ley de la selva. Y va a imponer la ley del amor, del servicio auténtico al hombre, a todo hombre o mujer sin poner etiquetas; la ley   de la autoridad como servicio desinteresado. Jesús va a pasar toda la vida haciendo el bien y quitando de nosotros el mal. Es impresionante las palabras del ciego de Betsaida, después de haber sido untado por Jesús: “Veo hombres como árboles que andan” (Mc. 8.24). Unos hombres sin rostro humano. Sin capacidad de entender ni de sentir, reducidos a una vida puramente vegetativa. A ese hombre que no es hombre, que ha sido desfigurado, a ése viene a salvar Jesús. Cuando Cristo es perseguido en el huerto, Pedro le corta a uno la oreja, por defender a Jesús. Pero Jesús, después de curar la oreja, le dice mansamente a Pedro: “Mete tu espada en la vaina, porque el que a hierro mata, a hierro muere” (Mt. 26,52). Jesús no ha caído en la trampa. Por el camino de la violencia se entra en un callejón sin salida.  Jesús morirá en una Cruz, como Rey de Paz, de Amor, de Verdad, de Justicia.

3.– El cristiano está llamado a ser “rey de sí mismo”. En el bautismo se nos dice que somos “reyes”. Pero no reyes para dominar sino para dominarnos a nosotros mismos. A los primeros cristianos que vivían en Roma en tiempo de los emperadores, se les obligaba a dar culto al Emperador, como si fuera un Dios. Pero ellos decían: Nosotros no adoramos más que a nuestro Señor Jesucristo, que ha muerto y ha resucitado por nosotros. Esta profesión de fe, los llevó al martirio. Debemos estar atentos porque, dentro de nuestro corazón, podemos llevar bestias salvajes. Lo decía muy bien San Basilio:” Los hombres estamos llamados a dominar el mundo, a ser dueños y señores de nosotros mismos. ¿Dominas toda clase de fieras? Me responderás: ¿Es que tengo fieras dentro de mí? Sí, y muchas. Fiera grande es la cólera cuando ladra en tu corazón, ¿no es más feroz que cualquier mastín?  El que injuria afiladamente, ¿no es un escorpión? El codicioso, ¿no es un lobo rapaz? El lujurioso, ¿no es un caballo enfurecido? En resumen, hay muchas fieras en nosotros. Ahora bien, si dominando a las fieras de fuera, dejas que te dominen las de dentro, ¿te has hecho realmente señor de las fieras? Has sido creado para dominar: dominar las pasiones, dominar las fieras”.

PREGUNTAS

1.- ¿Estoy convencido de que este mundo salvaje, bestial, no puede seguir así?  La solución ¿de dónde la espero? ¿De arriba o de abajo?

2..- ¿Me admira la figura del Hijo del Hombre, capaz de dar “rostro humano” a todos los medios y sistemas de deshumanización?

3.- ¿Estoy dispuesto, como cristiano, a trabajar para que el hombre sea cada vez más hombre, y la mujer más mujer?


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