viernes, 8 de noviembre de 2013

De nuevo repica la campana

Religiosamente hablando, el sonido de la campana nos recuerda nuestros deberes religiosos, nos previene que la oración es la llave del reino de los cielos y el arma más poderosa contra toda clase de adversidades espirituales y temporales, y al mismo tiempo excita en nosotros la devoción, fortifica nuestra fe y alienta nuestra esperanza (Diccionario de las ciencias eclesiásticas, 1971: 488).


No se cuanto tiempo llevara el barrio sin el sonido de una campana,pero de nuevo oiremos su repiqe,nuestra parroquia estrena campana.Las voces de las campanas, fomentan las relaciones espirituales y nos ayudan sobrenaturalmente recordándonos aquella festividad que se conmemora o aquella función religiosa que va a celebrarse; excitan en nosotros sentimiento de tristeza, si doblan a muertos, o nos dan alegría, si sus repiques recuerdan alguna efemérides célebre o algún acontecimiento que no debe pasar desapercibido, o incluso, cuantas veces han servido para dar la señal de alarma, por algún peligro que se cierne sobre nosotros. 
 

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