sábado, 7 de marzo de 2020

II Domingo de Cuaresma Ciclo A



Lecturas II Domingo de Cuaresma Ciclo A
8 de marzo de 2020


 PRIMERA LECTURA

Lectura del libro del Génesis 12, 1-4a

En aquellos días, el Señor dijo a Abrán:
—«Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré.
Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo».
Abrán marchó, como le había dicho el señor.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 32

R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 8b-10

Querido hermano:
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios.
Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.
Palabra de Dios.

EVANGELIO

2 cruzLectura del santo evangelio según san Mateo 17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
Resultado de imagen de Mateo 17, 1-9
—«Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:
—«Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo».
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:
—«Levantaos, no temáis».
Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
—«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».
Palabra del Señor. 

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